viernes, 19 de septiembre (3ª Parte)

Me quedé de piedra, lo que me había dicho Cynthia me había caído como un jarro de agua fría por las mañanas.

El timbre sonó indicando que empezaba la siguiente clase y yo fui corriendo al aula. Noelia y las otras ya estaban allí, y al verme me saludaron con la mano.
Al lado de María había un sitio libre y ella me indicó que me sentara ahí.

El profesor empezó a pasar lista, y cando llegó a Cynthia preguntó que se alguien sabía donde estaba.
Allí todo el mundo sabía que ella siempre se la solía saltar, incluso el profesor lo sabía, pero siempre preguntaba por si alguien se atrevía a chivarse.
la verdad, a mi me entraron ganas de hacerlo, solo por fastidiarla y que la pillaran, pero luego pensé en mi hermano, que también se la había saltado, y además, no me convenía que nada más empezar el curso me tacharan de chivata.

Matemáticas pasó y también las demás clases. Era la hora de salir, y yo me despedía de Noelia, Sonia y María en la puerta, cuando vi que Cynthia salía de los servicios de la mano de mi hermano.
Ella me vio, y al verme cogió a mi hermano por la camiseta y le pegó un morreo de esos que hacen historia. Hasta él se había quedado sorprendido.
Yo la miré con cara de asco, y ella me respondió con una sonrisa burlona.

Mis amigas se miraron sorprendidas.
-¿Quién es ese bombón que sale con Cynthia?-dijo Sonia limpiándose la baba que se le había caído viendo a mi hermano.
-Es mi hermano, Sonia-dije aún con la mala cara.
Las tres me miraron con la boca abierta y dijeron al unísono:
-¡¡Qué!!
-Si, es mi hermano...pero bueno-miré el reloj- es muy tarde ya, y no creo que Chris me acompañe hoy.
fui en dirección a mi casa y ellas me siguieron.
-¿Tú vives por ahí?-me dijo Sonia.
-Si, ¿por?
-Ya tienes acompañante, yo vivo también en esa dirección...y a lo mejor me podías invitar a tu casa a conocer mejor a tu hermano-me dijo con cara de cachorrillo.
-Está bien...pero solo porque no quiero irme otra vez sola.

Nos despedimos de Noelia y María que se fueron por el otro lado y Sonia y yo nos encaminamos a nuestras casas.