*Riing, riing* (suena el despertador)
-Oh, no, un poco más...-dije aún medio dormida.
Me levanté como pude de la cama y apagué el despertador.
Eran todavía las 7:30, pero recordé que hoy era 15 de septiembre, primer día de curso. La simple idea de tener que ir a un sitio en el que no conocía a nadie, me daba escalofríos.
Ya lo tenía todo listo, encima de un baúl a los pies de mi cama. Me vestí sin ganas ninguna. me puse una camiseta azul de manga corta, porque aunque fuera ya septiembre, seguía haciendo calor, me puse también unos vaqueros claros y unas manoletinas.
me miré al espejo y vi a la misma Blanca de siempre: una chica de 12 años, alta y delgada, con el pelo largo castaño y los ojos verde claro. Suspiré, este no era un buen día que digamos.
-¡Blanca! Venga, baja que ya está el desayuno-gritó mi madre desde la cocina.
Oí a mi hermano trotar escaleras abajo con mucha energía, yo salí de mi cuarto sin prisa, cerré la puerta tras de mi y bajé las escaleras con mucha tranquilidad.
Cuando llegué a la cocina, mi madre estaba poniéndonos el desayuno a mi hermano Christian y a mi, mientras que mi hermana Alicia ya estaba en ello.
Mi madre notó mi presencia, aunque yo no había hecho el mínimo ruido, y mi invitó a sentarme al lado de mi hermano, donde estaba mi taza de Cola-Cao y mis cereales.
Estaba mirando sin ganas mis cereales cuando mi hermano me dio una palmadita en el hombro y me dijo:
-Qué, enana, ¿preparada para tu primer día en tu nuevo instituto?-dijo mientras me sonreía burlonamente.
Le miré con mala cara, iba a empezar 1º de la ESO y para colmo, mis padres se acababan de divorciar y nosotros nos habíamos ido a vivir al pueblo de mi madre, o sea, que encima de tener que empezar el instituto, lo tengo que hacer en un sitio que no he visto en mi vida. Chris, en cambio, cuando yo aún no había nacido, él y mis padres venían muy a menudo por aquí, por eso él se conoce a medio pueblo y no tendrá problemas para adaptarse.
-Tú tranquila, Blanca-dijo mi madre- Ya verás como caes genial en seguida.
"Sí, seguro." Pensé. Empecé a desayunar, pero cuando todavía no iba ni por la mitad, llamaron al timbre.
Mi madre fue a abrir y recibió con un abrazo a alguien llamado Brad. Pasó a la cocina y vi que era un chico de unos 16, 1'90 aprox. rubio y con ojos oscuros. al verlo, mi hermano se levantó y se dieron un abrazo. "Vaya, nada más llegar y mi hermano ya tiene mejor amigo" me dije a mi misma.
-Qué, ¿nos vamos, Chris?-dijo el tal Brad.
-claro, espera que..-Brad lo cortó señalándome.
-¿Quién es esa?-preguntó
-Es mi hermana Blanca, y aquella es la peque de la casa, mi hermana Alicia. Creí que te había hablado de ellas...
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1 comentario:
Te sigo
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